Sangre
Se ha despertado apretando un cuchillo que tiene claros restos de sangre reseca en su punta y a lo largo de su hoja.
Le atormentará el resto de su vida saber lo que pasó en esa noche de la que solo recuerda los primeros vasos. No lo compartirá con nadie. Se deshará con sumo cuidado del cuchillo tras lavarlo a conciencia. Guardará silencio. Tendrá pesadillas casi a diario.
Nunca más volverá a beber. Mucho menos a prepararse un Bloody Mary de madrugada.