Recordando la cinta Breakfast & Music de Nestlé.
Esta es una historia real y nostálgica acerca de algo tan mundano y a la vez maravilloso como una casete con canciones ya clásicas, llamada ‘Breakfast and Music’ que Nestlé puso en mi vida hace casi 20 años.
El Renault 5 de mis padres al principio no tenía radiocasete. Cada vez que íbamos a alguna parte en coche anhelábamos uno. Un día mi padre apareció con un viejo Blaupunkt que un primo le ayudó a colocar en el coche, instalando el cableado, altavoces y antena. Fue todo un hito.
Sin embargo la radio apenas conseguía sintonizar unas pocas emisoras, y tampoco había en casa muchas casettes que pudieran ofrecer cierto consenso entre unos niños en torno a los 12 años y unos padres que siempre parecen mayores aunque tengan treintaypoquitos.
Pero he ahí que Nestlé decidió hacer una promoción llamada “DESayuna, no ayuna” con la que te enviaban a casa, a cambio de los códigos de barras de algunos de sus productos para el desayuno una casete llamada ‘Breakfast & Music’. La cinta era un recopilatorio de rock&roll y rockabilly americano con canciones de Chuck Berry, Lynrd Skynrd, Brenda Lee o Louis Armstrong, entre otros. Canciones para levantarse con energía por la mañana.
Esa casette se convirtió en la banda sonora de casi todos los viajes en coche al ritmo del Chirpy Chirpy Cheep Cheep (Middle of the road), o del California Dreamin’ (The Mamas & The Papas), y creo que tuvo su buena parte de responsabilidad en mi posterior interés por la música en general y por algunos sonidos más en particular. Nos recuerdo destrozando el ‘Breaking Up is Hard to Do’ de Neil Sedaka desde los asientos traseros tanto como los oídos de nuestros padres. El sabor country de ‘Ruby Dont Take Your Love to Town’ (Kenny Rogers).
Hoy repentinamente he recordado esa casette y la he buscado por el coche viejo que duerme en una esquina del garaje en casa de mis padres. Las cintas practicamente han muerto como soporte musical, pero me sentí bien al tener ese pequeño tesoro en las manos, y repasar la lista de 16 canciones que tal vez muchos otros crecieron escuchando (ahí dejo las carátulas escaneadas), cosa que he hecho creando una Lista de Reproducción en Spotify que recoge exactamente el mismo contenido y en el mismo orden que la cinta.
¿Alguien más por ahí la recuerda?.
Pues sí, yo también la recuerdo, y aún la conservo. Mi caso fue parecido al tuyo. No recuerdo quién fue el responsable de que aquella cinta acabara en el radiokasette del coche de mi padre (probablemente fue mi madre), pero recuerdo perfectamente aquellas mañanas rumbo a un colegio de inglés de verano, escuchando la cinta una y otra vez junto a mi hermano. Por aquella época, ir a clase en Julio nos parecía un despropósito; ¡nos roban el verano!!! pero ahora viendolo en prespectiva, la verdad es que nos lo pasábamos en grande jugando con los demás chicos. No era lo mismo que ir a clase en invierno. Estas clases eran más desenfadadas, e hice grandes amigos.
Cada vez que he escuchado una canción de esa cinta, automáticamente me transporta a aquella época, en la que no teníamos responsabilidades, y lo único que importaba era hacer los deberes cuanto antes para ir a jugar.
Mención especial recibe la cancion de Louis Armstrong – wonderful world. Todavía me parece escuchar a mi padre tararearla (en su inglés improvisado) mientras conduce por la ciudad.
Qué feliz hubiera sido de saber que era feliz!
Gracias por haber evocado en mí aquellos recuerdos.
Yo tampoco sé cómo apareció esa casette en mi casa. Estaba ahora mismo en mis pensamientos y de repente apareció este recuerdo de juventud que me repetía ” desayuno, no ayuno” y por reflejo lo busqué por Google. Aquí me a llevado mi nostalgia. Probablemente allá pertenecido a mi hermano mayor, quien me lleva diez años, y con el cual descubrí bandas y estilos musicales que sin él no conocería. Se lo agradeceré siempre. Que sepáis que he nacido y vivido desde siempre en París, Francia. Lo digo para que sepáis que esta cinta a traspasado fronteras.
Para todos los amantes de buena música, un saludo.