Historias cotidianas: hastío (o las cosas importantes)
A E. cada día le veo más apagado. Paso de cuando en cuando por la empresa donde trabaja y, aunque pocas veces es a él a quien voy a visitar, casi siempre me tropiezo con él y en cada ocasión me parece que su ánimo ha bajado otro pequeño escalón.
Sigue leyendo