Reencarnado

Soy un escritor que escribe sobre escritores.
Como en los cuadros de Escher, los mundos imposibles de mis relatos parecen formar una espiral que termina en el mismo sitio donde comenzó. Con un hombre derramando tinta, muerto y resucitado sobre el papel.

Tengo otras cosas que hacer con mi vida: afeitar esta barba descolocada, sacar a Kafka al parque, averiguar por qué me llegan al buzón las facturas de otra persona, llamarla, tirar la comida caducada de la nevera, planchar un par de camisas, ver esa película tantas veces postergada.

Y, sin embargo, no lo haré. Encorvado sobre una máquina de escribir ya antigua pero que resiste al golpeteo prolongado sin pedir más que un periódico cambio de la cinta, cada día más dificil de encontrar, continúo recorriendo trazados imposibles, discurriendo historias dentro de otras, esclavizando las mentes de otros a los que hago reproducir nuevos laberintos. Cuando uno cae víctima de la extenuación, yo no puedo evitar sentir cierto regocijo por seguir aun en pie.

Seguiré aquí dedicado a mi labor, y procuraré no preguntarme si alguna otra mente enferma es quien me ha puesto a mi en este laberinto.