Melancolía: los tiempos cambian

Este fin de semana he estado haciendo limpieza por el escritorio, y -como uno anda al borde del síndrome de Diógenes- me ha tocado encontrarme con un montón de recuerdos de los últimos 10 años. Obviando las cosas y sensaciones quizá demasiado personales para contar aquí, me he encontrado entre otras cosas:
– El enunciado de un examen del año 2004 de ‘Política Económica’, del que ahora mismo no sería capaz de responder a ninguna pregunta.

– Varios listados de cuentas del PGC, de esos que fotocopiabas para tener a mano, o de los que regalaban las academias con publicidad de sus clases particulares de contabilidad. Todos han ido a la basura porque, ahora lo que manda ya no es el PGC 1990 sino el PGC 2008. Recuerdo con cariño los tiempos en que ‘odiaba’ la contabilidad porque me costaba entenderla y no era capaz de aprobar un simple examen de contabilidad financiera…

– Recortes varios de periódicos: tiras de Bok -Gaceta Universitaria cerró una era cuando lo envió a su planeta-, una entrevista a Rafael Anes -uno de esos profesores a los que es dificil no recordar con cariño-, una entrevista de 2003 a Federico Jimenez Losantos que tal vez él debería releer también…

– Copias de las diferentes solicitudes para becas de colaboración en la Universidad: las de la biblioteca y las del Consejo de Estudiantes. Un tiempo después -cuando estaba terminando el curso de Técnico en Protección de Datos y Sistemas de Seguridad Informática- me llamaron para la del Consejo de Estudiantes.

– Carpetas, hojas y propaganda de diferentes jornadas y congresos relacionados con las nuevas tecnologías. Encuentro un dossier de una empresa que ahora mismo es ‘la competencia’.

MORALEJAS: Nos guste o no, todo cambia. Con el tiempo, las cosas a menudo tienen otra perspectiva. Y sin embargo, es imposible saber en qué momento estás haciendo algo que va a cambiar alguna cosa importante en tu vida. Es imposible también volver atrás en el tiempo. La melancolía es una putada.