Leer es sustituto de soñar

Hacía ya tiempo que no me quedaba leyendo hasta las dos de la madrugada, lo cual no debe de ser muy recomendable cuando uno tiene que levantarse poco después de las siete para ir a trabajar, pero un buen libro o un libro que consiga ‘engancharte’ es una de las pocas cosas que consiguen que te levantes más o menos descansado a pesar de haber dormido menos de seis horas.

Recién terminado, quería referirme a él. Me lo compré (en edición de bolsillo, por supuesto) hace ya unas cuantas semanas en la FNAC porque me sonaba el título de haber oido a alguien hablar de él (pero no recordaba si bien o mal) y porque me llamaba la atención el planteamiento. Después de un tiempo reposando en la habitación encontré el momento de empezarlo.
Se titula “Breve historia de los que ya no están” y lo firma Kevin Brockmeier. Tal vez no sea un prodigio literario, pero lo cierto es que ha conseguido que, una vez más, haya quitado tiempo de otras cosas para ponerme a leer y terminarlo en dos días escasos.