Piunch: El poder de una idea

Tras la euforia puntocom y su posterior caida en picado, parece que aquel frenético 1999 quede ya muy lejos. Alfonso Pérez y Gorka Erviti también pusieron en marcha una nueva empresa en ese año, pero ellos no han presentado suspensión de pagos, sino todo lo contrario. Estos dos amigos que se conocieron mientras estudiaban en la Universidad San Pablo CEU tenían una idea para un nuevo producto, el Piunch, y con ella y 15000 euros (2.500.000 pesetas) se lanzaron a la aventura emprendedora. Constituyeron la sociedad Algotop S.L. que tiene los derechos a nivel mundial del producto, y se lanzaron a la promoción.

Un producto nuevo

El producto que Alfonso y Gorka ofrecían era tan simple como efectivo: el Piunch es una pegatina de goma antideslizante que se adhiere a los teléfonos móviles para evitar que este se caiga y pueda romperse. Otro aspecto característico es el detalle decorativo que el Piunch aporta al teléfono, ya que se fabrican versiones de muy variados colores.
En una sociedad con más teléfonos móviles que fijos, con un público muy preocupado por los datos que guarda en su terminal y por que éste tenga un toque personal, el invento de estos emprendedores podría ser todo un éxito, y de hecho lo fue, gracias a una acertada estrategia.

logo piunch
La imagen de marca de Piunch, un elefante de color rosa, está presente tanto en la web, dirigida al público jóven, como en las campañas de publicidad que Algotop ha lanzado recientemente en TV

Buscando clientes…

Ambos eran conscientes de que el Piunch presentaba las características necesarias para generar unas altas ventas, pero para conseguir una demanda inicial, es decir, para dar a conocer el Piunch a sus potenciales clientes, era necesaria una inversión publicitaria a la que de ninguna forma podían hacer frente, de forma que idearon una estrategia alternativa: convertir al Piunch en un soporte publicitario, en un artículo promocional. Esa idea supuso todo un acierto, ya que muchas empresas empiezan a cansarse de los imprimir su logotipo en llaveros, mecheros, calendarios, bolígrafos y demás artículos clásicos que ya se encuentran muy vistos. Así pues, convirtieron al Piunch en un regalo de empresa, en un artículo promocional por el que diversas empresas apostaron a la hora de diferenciarse de su competencia. Ello permitió generar un importante flujo de ingresos, ya que si bien los precios que se cobran a las empresas son más bajos, éstas demandaron cantidades generalmente altas (hay que tener en cuenta además que Algotop tiene los derechos en exclusiva del producto, lo que permitió mantener más control sobre el precio).

…y fidelizándolos

Una vez conseguido el objetivo de generar ingresos, llegaba el momento de dar a conocer al gran público el Piunch tal cual, el que se vende en quioscos, gasolineras y demás tiendas por 1,95 euros en diversos colores. Para ello, lanzaron una campaña de publicidad en TV dirigida al target jóven y desarrollada en Flash. Dicha campaña, además de centrarse en el carácter divertido y funcional del Piunch, remite constantemente a la web que además de ofrecer información sobre el artículo, intenta crear una comunidad de usuarios ofreciendo contenidos de carácter informal o humorístico. El objetivo ahora es que cada teléfono lleve su respectiva pegatina protectora, y conseguir una base de compradores fieles que los compren todos y los vayan alternando, es decir, coleccionistas de Piunchs. Alfonso Pérez y Gorka Erviti pueden estar contentos: han conseguido triunfar con su idea. Ahora les queda la segunda parte, no menos dificil: mantenerse.