De lectura y libertad

Leo en el blog de Miguel Angel Belloso una entrada en que se pregunta si se debe obligar (a los niños) a leer. Curiosamente, él opina que sí, como muchísima otra gente.
Belloso, que se declara liberal (y de derechas) y a quien además se le supone un buen conocimiento de la economía (la ciencia del comportamiento humano), afirma que se lee poco y ello es causa de los grandes problemas de comprensión y expresión (y tal vez de alguno más) de la mayoría de jóvenes. Y añade que esa carencia de hábito lector es consecuencia de la “ausencia de la animación a la lectura”.

Vale, hasta ahí estamos bastante de acuerdo, pero no veo cómo un liberal, conocedor de la economía puede deducir que la mejor forma de solventar ese ‘problema’ es mediante la imposición. O sea, obligando a leer. Vamos, ¡a la fuerza!. ¿Donde quedan los 'incentivos'?.

Me considero un lector bastante acérrimo desde siempre, y nunca nadie me obligó a leer. Sí recuerdo el esfuerzo de mis padres por, bien pequeño, proveerme de cuentos y tebeos (sí, también tebeos) y más tarde su preocupación por si me quedaba ciego de tantas horas delante de novelas de ciencia-ficcón.

PD: Sigo con mi visión intacta. ¡Todavía!.